En 2017 la Exposción «El buen siglo de la pintura sienesa»
El 30 de septiembre de 2017 finalizó la exposición titulada «El buen siglo de la pintura sienesa«, una exposición que involucró varios lugares de exposición en la provincia de Siena: en Montepulciano se acogió en el Museo Cívico Crociani, en Pienza en el Conservatorio de San Carlo Borromeo , mientras que en San Quirico d’Orcia ha encontrado un escenario en las salas históricas del Palacio Chigi.
La exposición, que cuenta con la participación de importantes estudiosos del campo histórico-artístico como Alessandro Angelini, Roberto Longi, Laura Martini y Gabriele Fattorini en el cuidado del catálogo, representa sin duda uno de los eventos más importantes en el panorama cultural sienés de últimos años, tanto por la calidad de las obras expuestas -algunas incluso prestadas de museos extranjeros- como por la temática abordada, cuyo objetivo es ofrecer un cuadro cronológico ordenado de lo que el abad Luigi Lanzi definió como «el buen siglo de la pintura sienesa” – una feliz definición que dio nombre a la exposición.
De Beccafumi a Rutilio Manetti
El itinerario parte de los primeros trabajos de Domenico Beccafumi, llamado a Montepulciano en 1507 para crear una imagen de la beata dominica Agnese Segni. La primera parada cronológica de la exposición es el museo Poliziano, donde la pintura de la dominica bendita otras obras de » Mecherino» se yuxtaponen que ilustran bien los comienzos en Siena a principios del siglo XVI, los del breve señorío de Pandolfo Petrucci y la actividad de Pintoricchio – activo en la Libreria Piccolomini – pronto eclipsada por las novedades de Leonardo y Rafael.
Las salas del Palazzo Chigi de San Quirico d’Orcia presentaban las obras creadas por artistas como Giovanni Antonio Bazzi conocido como il Sodoma y su yerno, Bartolomeo Neroni conocido como il Riccio, años que tienen como pilares cronológicos el saqueo de Roma en 1527 y el fin de la República de Siena, en 1559.
El itinerario cronológico finaliza con la sección expositiva de Pienza, donde se documenta la actividad de algunos artistas caravaggescos activos en la Toscana del siglo XVII en el Conservatorio de San Carlo Borromeo, como Francesco Rustici conocido como il Rustichino, Rutilio Manetti u Orazio Gentileschi, pintores intención de «investigar la consistencia física de las cosas». En el siglo XVII no faltaron manieristas persistentes, como el pintor valdense Alessandro Casolani, que en ocasiones se dedicaba a encargos privados en los que era necesario satisfacer los gustos de los mecenas, aún atados a la tradición anterior.
Quien pase por la Val d’Orcia este fin de semana no puede perderse, por tanto, la última oportunidad de ver reunidas obras de una calidad excepcional, creadas por artistas que, aunque en algunos casos trabajaron a la sombra de los grandes maestros del Renacimiento maduro, fueron importantes protagonistas de aquel “buen siglo de la pintura sienesa” ⟢