Galería de los Uffizi, un viaje en el arte europeo
Un tour por la Galería de los Uffizi os brinda un el descubrimiento de algunas de las obras maestras de la historia del Arte italiano, además de las obras de los maestros extranjeros, tales como Rubens, Dürer, El Greco y Velazquez.
Florencia está conocida eminentemente como la cuna del Renacimiento, porque es eminentemente entre los siglos XV y XVI que se crean unas condiciones de fermento cultural que favorecerán un mecenazgo jamás visto en la ciudad del lirio.
Igualmente, la evolución estilística de artistas como Masaccio, Paolo Uccello o Piero della Francesca estuvo posible gracias a los hallazgos técnicos de un pionero del dibujo y, en un cierto sentido, de la perspectiva. Pues, el artista del cual estoy hablando es Giotto. Éste fue un pintor florentino quien, según una definición muy eficaz del artista además de tratadista Cennino Cennini, «volvió a cambiar el arte del pintar del griego al latin para luego reducirlo al moderno».
Una de las obras de Giotto que se encuentra en la Galería de los Uffizi es la Maestà. Éste es un típico tema de la pintura italiana medieval que ve la Virgen sentada en el trono y flanqueada por ángeles y santos.
Una Virgen escultórica
La «Madonna» representada por Giotto destaca en comparación con las que estuvieron pintadas por los artistas antecedentes, ya que es una Virgen corpulenta, casi fuera una matrona romana. Su aspecto es escultórico y eso entonces contribuye a percibirla como un cuerpo tridimensional.
Un trono tridimensional
Siguiendo pero en este caso la corriente tradicional de la pintura florentina, la obra de Giotto resulta estar mezclada con un color terracota que recuerda los matices ocres de las casas de piedra de Florencia, moldeadas en un volumen sólido que emerge, dulce pero firme, desde el primer trono de perspectiva.
De hecho, una de las grandes novedades de la pintura del artista florentino es lo de crear la percepción de un espacio concreto, donde puede albergarse una figura como la de la Virgen. Este trono se caracteriza por ser arquitectura gótica refinada concebida por el pintor florentino mirando los juegos de color y luz que Arnolfo di Cambio realizaba, casi en los mismos años, con teselas de mosaico en la luneta del portal central del Duomo. Justo allí, otra Virgen con un cuerpo prepotente, la de ojos de cristal, acogía a los fieles en la nueva catedral de la ciudad que justo entonces se estaba construyendo.
Maestà di Ognissanti, Giotto, 1305-10, Galería Uffizi, Florencia
Después de Giotto, la historia de la pintura en Occidente no habría sido la misma. La Maestà di Ognissanti (majestad de todos los Santos) nos lo recuerda cada vez que visitamos los Uffizi y nos encontramos con aquella imagen, la misma en la que la procesión de santos y ángeles representados que, por planes superpuestos, concentran su atención ⟣