Uno de los edificios más importantes de la Florencia medieval
El recorrido por el Museo del Bargello te permite comprender completamente el arte renacentista en Florencia. De hecho, no es solo a través de la pintura que se puede llegar a apreciar esa gran temporada de renovación cultural conocida como Renacimiento, sino también y sobre todo gracias al arte de la escultura. Si te marchas de Florencia sin haber visto las obras de Donatello, Juan de Bolonia y Benvenuto Cellini, solo tendrías una idea parcial de lo que representó el arte renacentista para esta ciudad.
Visitar el Museo Bargello también significa sumergirse en la historia menos conocida de Florencia, la relacionada a la época medieval, cuando la ciudad era un estado independiente que, gracias a su clase de comerciantes emprendedores, comenzaba a afirmarse como una gran potencia política y comercial en la Toscana; en ese momento, el Bargello tenía una función importante en Florencia, ya que era el palacio del Podestà.
El elegante patio
También en el Bargello es donde tuvieron lugar algunos de los eventos más dramáticos de la historia florentina, como la ejecución pública de algunos de los conspiradores quienes formaron parte de la Conjura de los Pazzi, en el momento en que el edificio se había convertido en la sede de la policía y también sirvió como prisión.
La visita del complejo comienza desde su elegante patio, donde ya tendremos la oportunidad de apreciar algunas obras escultóricas importantes, empezando con el Neptuno de Juan de Bolonia (originalmente colocado en el Jardín Boboli), o la elegante fuente de Bartolomeo Ammannati con la representación de Juno junto a otras figuras alegóricas que se hicieron para decorar el Salone dei Cinquecento.
La Colección Carrand y el asombroso Salón de Donatello
Al subir al primer piso del edificio, descubriremos, con nuestro tour del Museo del Bargello, la maravillosa Colección Carrand, una serie de preciosas pinturas, esculturas de marfil y objetos de joyería que en el siglo XIX fueron comprados por el coleccionista francés Louis Carrand quien, donándolos luego al museo, contribuyó a crear el primer núcleo de obras del Bargello. Carrand también hizo una reforma a las salas del edificio, dándoles un aspecto de llama medieval, algo que hoy ciertamente ayuda a crear una atmósfera sugerente para el visitante.
Adyacente a las salas de Carrand se encuentra la Capilla del Palacio, donde, en un fresco del siglo XIV de la escuela de Giotto, es posible reconocer una de las primeras representaciones conservadas de Dante Alghieri. Después de haber visto la Capilla del Palacio, vamos a visitar lo que es el entorno más destacado del museo: el Salón de Donatello.
Este imponente espacio fue la antigua Sala de Podestà y hoy aparece como un ambiente majestuoso en el que se conservan algunas de las obras maestras escultóricas más importantes de todo el «quattrocento» florentino, tales como el David de Donatello, el San Jorge – también de Donatello –, el David de Andrea del Verrocchio y las hermosas terracotas vidriadas de Luca della Robbia. Al salir del salón, nos encontraremos en una logia conocida hoy con el nombre deVerone, un espacio donde se pueden admirar las hermosas aves de bronce creadas por Juan de Bolonia y destinadas a algunas de las villas de la familia Medici. Al acceder al segundo piso, tendremos la oportunidad de ver la delicadeza preciosa de la Dama col mazzolino (la Dama con un pequeño ramo de flores), una famosa obra de mármol de Andrea del Verrocchio.
Las obras maestras de Miguel Ángel y Bernini
El otro artista importante presente en las colecciones del Bargello, un protagonista absoluto de la escultura barroca que nunca hubieras pensado encontrar en Florencia: es el gran Gian Lorenzo Bernini. Del escultor romano podemos admirar aquí el busto de Costanza Bonarelli, una obra de mármol en que el retrato de esa mujer – quien fue la amante del artista –, está caracterizado por una gran carga sensual. Desde el segundo piso regresamos a la planta baja para visitar la última sala del museo, la que está dedicada a Miguel Ángel. Es aquí donde podremos admirar algunas obras del gran artista florentino, incluida su primera escultura exenta, el Baco, junto con otras obras, como el Tondo Pitti y el Apolo-David.
Las obras de Benvenuto Cellini y Giambologna
La sala de Miguel Ángel también conserva importantes obras maestras del arte florentino del siglo XVI, como las esculturas de Benvenuto Cellini. De este artista – uno de los escultores y orfebres europeos más importantes de la época –, veremos el elegante Ganímedes y el pedestal original del Perseo ubicado en la Plaza de Señoría.
Concluimos el tour por el Museo del Bargello con las obras de Juan de Bolonia. Artista de origen belga, cuyo nombre estuvo italianizado del francés «Jean de Boulogne», Giambologna fue uno de los protagonistas indiscutibles del arte florentino en la segunda mitad del siglo XVI. De este escultor – capaz de dominar con gran habilidad tanto el mármol como el bronce –, veremos las estatuas de Mercurio y de Florencia subyugando a Pisa. Esta última es una obra que, gracias a su línea ‘atornillada’, es el emblema de una evolución escultórica desde los iniciales modelos ‘frontales’ hacía elaboraciones cada vez más complejas, llegando incluso a preludiar los que serán los espectaculares resultados de la escultura barroca del siglo siguiente.
Las salas son muchas, las obras de arte son maravillosas: como podrás ver, el tour por el Museo del Bargello queda como una experiencia imperdible si quieres «saborear» la esencia misma de la historia florentina y, sobre todo, de la escultura renacentista.