Artemisia Gentileschi, una pintora que descubrir en Florencia
El aniversario del 8 de julio puede tener una referencia importante en el mundo del arte. Florencia fue el escenario en el que el arte, a partir del siglo XIV, se convirtió en la expresión media de la sociedad y su evolución. En esta ciudad, donde en la Edad Media el lirio se adoptó como un símbolo de la ciudad y que pero ya simbolizaba la pureza y la Virgen María se convirtió en titular de la nueva catedral que los ciudadanos comenzaron a construir a partir de finales del siglo XIII. En la cuna del Renacimiento, la palabra arte, como sustantivo femenino, adquirió un valor adicional con el tiempo, porque es en sus museos donde el arte, específicamente la pintura, ha encontrado una formulación femenina. Esto es lo que se puede ver con una visita a la Galería de los Uffizi, donde en las salas dedicadas al siglo XVII y a los pintores caravaggescos, se pueden apreciar algunas de las obras, no de un pintor, sino de una pintora.
Artemisia Gentileschi es una pintora que descubrir en Florencia. Ésta artista fue una de las primeras pintoras en toda la historia del arte. Ya hija de un pintor, Orazio Gentileschi, Artemisia vino de Roma. Después de algunos eventos personales particularmente turbulentos que afectaron irremediablemente su vida, la pintora fue apreciada en Florencia por su arte por el Gran Duque Ferdinando II, en un momento en que el arte de solamente tenía a los sujetos representados como algo de femenino.
Una de sus pinturas guardadas en la Galería de los Uffizi se encuentra el famoso tema de la Decapitación de Holofernes por Judith. La feroz matanza por parte de la heroína bíblica se convierte en un evento catártico.
El léxico Caravagesco adoptado por Artemisia es evidente en la pintura de los Uffizi; lo que se puede encontrar en el lienzo es la atención a algunos detalles macabros que ya habían caracterizado la pintura del gran Michelangelo Merisi.
Judith y Holofernes, A.Gentileschi, 1512-17, Galería de los Uffizi, Florencia
Actos violentos
Como en Caravaggio, los chorros de sangre que fluyen de las víctimas de actos violentos también asumen un poder exorcizante en las obras de Gentileschi. Artemisia usa la sangre de Holofernes — el precio del castigo justo que el general babilonio se merece porque se le teme enemigo de Betulia — para lavar otra sangre, la de un acto impío y despreciable que desafortunadamente ella, como mujer, fue la víctima injusta. Quien abusó de Artemisia en el círculo artístico romano tuvo la miserable solidaridad de sus compañeros artistas — un mundo él del arte aún dominado por los hombres. Con su pincel, Artemisia moldea y contornea su espacio existencial, completando un proceso profesional que fue una auténtica conquista social; su pintura fue la oportunidad de expresar su profundidad intelectual, tal como lo hizo su heroína Judith al ganar al enemigo. Es una victoria lograda, como en la contraparte del David de Miguel Ángel, gracias al intelecto y no con fuerza física o armas seductoras.
Artemisia, una de las pintoras que hay que descubrir en Florencia, nació el 8 de julio de 1593.
¡Feliz cumpleaños, Artemisia!